

En muy pocas palabras, podemos definir la estrategia de marca como un conjunto de actos diseñados con el objetivo de definir, manejar y mantener en el tiempo unos significados que se asocien a un producto o una empresa. De manera que la gente relacione de manera consciente o inconsciente ese producto o empresa con esos significados.
Las buenas estrategias de marca comparten ciertas características. Entre ellas las siguientes.
Aunque las personas que no pertenecen al sector profesional del marketing y el diseño de comunicación no terminan de entenderlo, una buena estrategia de marca ofrece un retorno muy superior a la inversión inicial.
El gran súper poder de una buena marca es que llega a influir en las decisiones de compra de las personas. Y no hay nada que se traduzca mejor en beneficios que la capacidad de hacer que la gente compre tus productos o servicios.
Si tu imagen de marca está bien construida, te traerá más clientes. La ley de la oferta y la demanda establece que una demanda superior te permite subir los precios. Aunque esa es una cuestión a debatir en otro artículo.