Diseño inclusivo: ¿Qué tener en cuenta a la hora de integrarlo?

El diseño inclusivo afecta a todos los sectores y escenarios posibles, ya que los obstáculos son una barrera real a la que multitud de personas se tienen que enfrentar a diario. Los productos tampoco son una excepción, y estos deben estar adaptados para poder ser usados por cualquier persona. En este artículo, vamos a desarrollar el concepto de la inclusividad aplicado a aquellos. Si te gusta ese ámbito, un buen punto de partida es boceterar productos, para crear conceptos que satisfagan más allá de las necesidades tradicionales del grueso de la población. 

¿Qué es el “diseño inclusivo”?

El diseño inclusivo se refiere a la práctica de crear productos, servicios, entornos y sistemas que sean accesibles y utilizables por la mayor cantidad posible de personas, con independencia de sus habilidades, características o circunstancias individuales. El objetivo es eliminar barreras y facilitar la participación equitativa de todas las personas, incluidas las que tienen discapacidades físicas, cognitivas, sensoriales o cualquier otra condición que pueda afectar su capacidad para interactuar con un producto o servicio.

Para ello, el diseño inclusivo debe considerar diferentes necesidades y experiencias humanas desde el principio del proceso de diseño. Es decir, que no se aborda la accesibilidad como una característica adicional o una solución después de que el producto o servicio se haya desarrollado. Para ello, se pueden incorporar características como opciones de personalización, interfaces intuitivas, diseños adaptables y tecnologías de asistencia. 

En el diseño de productos en concreto, hay que tener un conocimiento profundo, tanto de las características que estos deben tener como de las necesidades de los usuarios con respecto a lo que se desea desarrollar o la necesidad que se quiere satisfacer. Son aspectos muy importantes para crear un producto innovador. 

Aquellos que dan prioridad al diseño inclusivo suelen tener un impacto muy positivo en la experiencia del usuario, ya que fomentan un sentimiento de pertenencia a algo, lo que puede ser positivo cuando se lance el producto en cuestión.

En definitiva, el diseño inclusivo consiste en crear productos que empaticen con las personas usuarias y cuyas características se adapten a las necesidades que tengan.

La importancia de la inclusión en el diseño de productos

La importancia de la inclusión en el diseño de productos se encuentra en su capacidad para garantizar que todas las personas puedan acceder y utilizar los productos de manera eficaz, sin importar sus habilidades o características personales. Cuando una empresa adopta un enfoque inclusivo, está ampliando significativamente su alcance y su impacto positivo en la sociedad.

En primer lugar, se fomenta la equidad al ofrecer a todas las personas la oportunidad de participar plenamente en la sociedad y en la economía. La eliminación de las barreras de accesibilidad promueve la igualdad de oportunidades y se evita la exclusión de aquellas personas con discapacidades o necesidades específicas.

Además, el diseño inclusivo puede mejorar la calidad y la usabilidad de los productos en general. Las características diseñadas para satisfacer las necesidades de grupos marginados a menudo resultan beneficiosas para una amplia gama de personas. Por ejemplo, un diseño de producto que incluye controles de voz para usuarios con discapacidades visuales también puede ser útil para personas con las manos ocupadas. Así, una sociedad inclusiva equivale a beneficios para todas las personas, tengan o no una discapacidad. 

Por último, la inclusión en el diseño de productos puede llevar a una mayor innovación y diferenciación en el mercado. Dado que se tienen en cuenta distintas perspectivas y experiencias, las empresas pueden identificar oportunidades de diseño únicas que hasta ahora no habían pensado y encontrar un nuevo nicho de mercado. 

Diferencias entre diseño accesible y diseño inclusivo

El diseño accesible y el diseño inclusivo comparten el objetivo de garantizar que los productos y servicios sean utilizables por una amplia gama de personas. Entre ellas, se encuentran aquellas con discapacidades o necesidades específicas. Sin embargo, existen diferencias importantes entre ambos enfoques.

El diseño accesible se centra principalmente en la eliminación de las barreras que impiden a las personas con discapacidades acceder y utilizar un producto. Para ello, hay que cumplir con una serie de estándares de accesibilidad que están regulados. Además, se enfoca en garantizar que los productos sean utilizables por personas con discapacidades, pero puede no abordar las necesidades de otros grupos. 

Por el contrario, el diseño inclusivo va más allá. Considera una variedad más amplia de perspectivas y experiencias humanas desde el inicio del proceso de diseño. Esto es, que no se limita únicamente a abordar las necesidades de personas con discapacidades, sino que también busca satisfacer las necesidades de otros grupos, como personas de diferentes edades, géneros, culturas y habilidades. El diseño inclusivo no solo elimina barreras, sino que también busca crear productos y servicios que sean flexibles, adaptables y relevantes para el mayor número posible de personas. 

Si lo vemos en detalle, las diferencias más notables entre ambos conceptos son:

1. El diseño inclusivo es para todas las personas. Busca satisfacer necesidades de todo tipo, ya sean temporales o definitivas. Esto crea un diseño más universal que el accesible, que solo considera las necesidades permanentes.
2. El diseño accesible se centra en el producto final, mientras que el inclusivo es más bien una metodología. El accesible trata de garantizar la facilidad de uso de un producto para alguien con discapacidad, pero sin tener en cuenta ni las variaciones futuras ni cómo puede afectar a alguien sin discapacidad. Por su parte, el diseño inclusivo está más dirigido a pensar la manera de facilitar el uso de un producto a todas las personas por igual. 
3. El accesible está legislado, el inclusivo no. En algunos países como Estados Unidos, se exige que el diseño de producto siga determinadas normas de accesibilidad. Esto no ocurre todavía con el diseño inclusivo, por ser un concepto más moderno. 

Ejemplos de diseño inclusivo en productos

Texto legible y en braille

Un buen ejemplo de diseño inclusivo es el uso de texto legible y en braille en productos como letreros, etiquetas de productos, menús y folletos. Esto permite que las personas con discapacidad visual puedan acceder a la misma información que las personas sin discapacidad. Por ejemplo, los letreros en lugares públicos que incluyen texto en braille junto con texto visual facilitan la navegación.

Envases accesibles

Los envases accesibles se diseñan para facilitar la apertura y el uso por parte de personas con diferentes niveles de habilidad motora. Por ejemplo, los envases con tapas que se pueden abrir fácilmente con una sola mano o envases con pestañas grandes y táctiles para personas con dificultades de movilidad en las manos.

Aplicaciones tecnológicas de asistencia

Las aplicaciones tecnológicas de asistencia son herramientas digitales diseñadas para ayudar a personas con discapacidades a realizar distintas tareas desde sus dispositivos electrónicos. Por ejemplo, las aplicaciones de lectura de pantalla pueden convertir texto en voz para personas con discapacidad visual, y las aplicaciones de reconocimiento de voz pueden permitir a personas con discapacidad motora controlar sus dispositivos mediante comandos de voz.

Productos con texturas y contrastes altos

Estos productos están diseñados con texturas táctiles y contrastes visuales pronunciados para facilitar su uso por personas con discapacidad visual o con dificultades para distinguir ciertos colores. Por ejemplo, los botones de control remoto con relieve o teclados con teclas de alto contraste son ejemplos de diseño inclusivo en productos electrónicos.