Bioconstrucción: Pautas, materiales y todo lo que necesitas saber sobre este sistema
La bioconstrucción es uno de los nuevos sistemas en la manera de construir y diseñar ciudades. Pero ¿en qué consiste? Descúbrelo a continuación.
En la construcción se emplean habitualmente diversas técnicas y materiales, que no siempre son respetuosos con el medio ambiente. En ocasiones, los materiales pueden llevar compuestos químicos que pueden llegar a ser tóxicos para los humanos. Y también para el entorno que las rodea. Por suerte, en el sector surgen cada vez más voces de profesionales y empresas que se preocupan por ello, y apuestan por la bioconstrucción a la hora de levantar cualquier tipo de edificio. Ya sea de viviendas o de oficinas. Incluso en la construcción de fábricas.
La bioconstrucción es uno de los nuevos sistemas en la manera de construir y diseñar ciudades que respeta el medio ambiente, y se tiene ya en cuenta en el diseño de muchos espacios y paisajes urbanos. Tanto en la práctica, en la planificación de calles y barrios, como en los estudios superiores para convertirse en paisajista de zonas urbanas. Pero ¿qué es la bioconstrucción y cuales son sus principios? Descúbrelo a continuación.
¿Qué es la bioconstrucción?
La bioconstrucción es una rama de la construcción, y también una especialidad de la arquitectura, que tiene como finalidad el levantamiento de edificaciones que sean respetuosas con su entorno y que se integren con él. Para conseguirlo hay que conocer la naturaleza y el área en el que se va a levantar el edificio. También la sociedad y el uso que va a dársele.
Por supuesto, los edificios levantados mediante bioconstrucción no contarán con materiales nocivos. Por ejemplo, están libres de cromo y zinc, y sin pinturas y barniz derivados del petróleo, y que por tanto pueden desprender ciertos tóxicos. Lo mismo sucede con el PVC, que durante su combustión despide componentes dañinos para el organismo. El resultado son viviendas y estancias cómodas y beneficiosas para el organismo, que se pueden considerar como refugio amable para quienes están en su interior. Pero no solo por los materiales utilizados en ellos, sino también por las técnicas empleadas en su construcción.
¿Qué beneficios aporta la bioconstrucción para la salud?
Los edificios construidos mediante técnicas de bioconstrucción no solo son beneficiosos para la salud. También son cómodos para quienes tienen que vivir o trabajar en ellos. Al no tener componentes contaminantes ni tóxicos entre los materiales con los que se ha fabricado, el aire que circule en su interior tendrá mejor calidad. Son edificios saludables, que proporcionan mucho bienestar a quienes los ocupan. Por eso, además de en la salud física de las personas, que se ven libres de componentes tóxicos y dañinos, la bioconstrucción también tienen un impacto positivo en la mental.
Estos edificios están pensados para proporcionar el mayor confort tanto en los aspectos térmico como acústico. Por eso, sus diseñadores intentan que sean lo más frescos posible en verano, y cálidos en invierno. Al mismo tiempo, procuran que cuenten con la mayor cantidad de luz natural posible. Por supuesto, que los distintos espacios que haya en ellos tengan las dimensiones adecuadas y se tenga en cuenta tanto el uso que se les va a dar como la ergonomía. En definitiva, están pensados y concebidos para ser cómodos, útiles y proporcionen bienestar y tranquilidad.
¿Cuáles son los principios básicos de la bioconstrucción?
Los principios básicos de la bioconstrucción son cuatro: empleo de materiales naturales, sostenibilidad, colaboración y bienestar. El primer principio establece que los materiales empleados en la bioconstrucción deben ser lo más naturales posible, y cuando menos alterados y modificados estén, mejor. Además, cuanto más se haya tenido en cuenta el respeto del medio ambiente al obtenerlos, modificarlos y transportarlos, mejor. Entre los materiales que se suelen emplear está la madera o el adobe. En los aislamientos, por lo general se utiliza la paja, la lana, el corcho o la fibra de madera.
La sostenibilidad es otro de los principios que caracteriza a la bioconstrucción. Es así porque todas las edificaciones que siguen sus principios buscan encontrar un equilibrio entre el respeto por el medio ambiente y la economía para su viabilidad. Pero este equilibrio también tiene que tener en cuenta los aspectos sociales de la comunidad en la que se construye, para que también sea viable y sostenible para el ecosistema. Por eso se procura que los materiales vengan de fuentes que son renovables. También lo más próximos posible, para reducir las emisiones. Además, se procura que el edificio consuma lo menos posible. Para ello se buscará que tenga el mejor aislamiento térmico y la mayor exposición del interior a la luz natural.
Los proyectos de edificación mediante bioconstrucción, por otro lado, tienden a ser colaborativos, ya que se enmarcan en proyectos donde haya el mayor nivel de participación posible. Para ello, los equipos que ponen en marcha este tipo de construcciones toman decisiones de manera transversal, y no vertical. Esto es un indicativo de uno de sus principios: no intentar conseguir el máximo beneficio económico, sino un desarrollo que sea justo, y la integración de la sociedad con el entorno que rodeará a las edificaciones. Por otra parte, la bioconstrucción combina la construcción convencional con otros sistemas alternativos.
¿Qué debemos de tener en cuenta en este tipo de construcción?
En la realización de un proyecto basado en la bioconstrucción es necesario tener en cuenta diversos factores, que van más allá de contar con un arquitecto experto en este tipo de edificaciones. Es muy importante, antes de nada, realizar un estudio geobiológico de la finca en la que se va a construir.
Este estudio tiene que reflejar, entre otras cosas, los cambios geofísicos que puedan ofrecer dificultades en la construcción y después de habitar el edificio. Por ejemplo, las fallas del terreno, la existencia de corrientes de agua subterráneas o si hay gases bajo tierra. Además tiene que valorar el clima, así como otras características de la zona, más relacionadas con la cultura local. Ya con el estudio, se puede realizar el proyecto de construcción, de manera conjunta con sus futuros propietarios. Así se tendrán en cuenta sus necesidades.
En cuanto a la estructura de la edificación, la bioconstrucción establece que se puede hacer empleando piedra, tierra, madera, bloques y/o ladrillos cerámicos e incluso paja. Los materiales, en cada caso, dependerán sobre todo del diseño y los que se encuentren en un área cercana. Por otra parte, hay que poner un cuidado especial en el aislamiento, que tiene que realizarse siempre con compuestos naturales. Los revestimientos pueden hacerse con, entre otros elementos, cal, yeso o incluso arcilla, y la pintura y barniz debe ser también natural.
Soluciones de aislamiento con materiales naturales
Los materiales naturales son muy apreciados en la fabricación de soluciones de aislamiento. Se caracterizan por no contener sustancias artificiales, ni tampoco aditivos de ninguna clase. Por lo tanto, están considerados como aislantes ecológicos y respetuosos con su entorno y con el medio ambiente. Pero además, tienen entre sus ventajas que son biodegradables y reciclables.
Entre los materiales principales con los que se fabrican estas soluciones de aislamiento natural están los siguientes: corcho, celulosa, lino, lana de oveja, fibra de coco y algodón, y arlita, perlita y vermiculita.
El más popular y extendido de ellos es el corcho, gracias a sus buenas propiedades aislantes, y a que es renovable y puede reciclarse. Puede encontrarse en distintos formatos. Por ejemplo, como virutas. Entonces, se emplea para el relleno de huecos y cavidades, pero lo más habitual es encontrarlo en paneles y planchas, en el que se encuentra prensado.
El lino se obtiene de la planta del mismo nombre. De ella se saca en forma de fibras, que son las que se emplean como aislante, unidas unas con otras. En cuanto a la celulosa, está compuesta por residuos de papel reciclado mediante un procedimiento especial. Este se centra en transformarlos en este material aislante, que después se transforma en sistemas aislantes mediante el insuflado de celulosa en trasdosados y cámaras. También se puede aplicar sobre zonas con forja.
La lana de oveja se obtiene esquilando a los animales. Ya de por sí tiene un elevado nivel de aislamiento, pero este mejora cuando se moja. La fibra de coco y el algodón, también aislantes, se utilizan para fabricar mantas con las que proteger distintos sistemas. Por último, los aislantes minerales que hemos mencionado (la arlita, la perlita y la vermiculita), destacan por su gran capacidad de aislamiento frente al fuego. Por eso, se suelen utilizar con bastante frecuencia en sistemas de construcción que emplean métodos tradicionales.
Sistema de construcción modular
Un sistema de construcción modular se caracteriza porque los edificios que lo utilizan se construyen en un punto ajeno al lugar en el que se ubicarán finalmente. Eso sí, no por eso se hace con menos controles. Al contrario, sus condiciones de construcción se controlan de manera estricta, y en ellas se usan los mismos materiales y estándares que en una construcción que emplee el sistema tradicional. Se construyen en módulos, que cuando están terminados, se trasladan al punto en el que estará el edificio y se ensamblan unos con otros.
Este sistema permite que los edificios se terminen en menos tiempo, y con el diseño y especificaciones que tenían cuando se diseñaron. Dado que cada uno de los módulos que los componen se fabrica de manera independiente, con el objetivo de que soporten sin problemas el transporte y su manipulación mediante grúas, es más resistente. Algo que también sucederá con el edificio, que al fin y al cabo es la suma, una vez montados y sellados, de varios módulos ensamblados.
Se trata de un sistema de construcción que evita no pocas molestias a los vecinos y empresas situados en las proximidades de su lugar de construcción. Esto se debe a que al montarse los módulos en zonas ajenas a este, se logra reducir hasta el 80% de la actividad de construcción en la zona. Además, al ser diseños sostenibles, reducen el impacto que tienen en el medio ambiente. La construcción se lleva a cabo en entornos controlados, lo que reduce los residuos generados en el levantamiento de edificios.
Climatización por placas solares térmicas
A las placas solares térmicas se las conoce también como captadores o paneles ACS, por la capacidad que tienen de generar y ofrecer agua caliente a partir de los rayos solares que captan, y que consiguen transformar en calor. Estos paneles pueden ser o bien planos, o bien estar compuestos por tubos de vacío. El agua que se obtiene, además de como agua caliente sanitaria, se puede utilizar como fuente de calor en sistemas de calefacción. Eso sí, en estos casos, el sistema en cuestión tiene que funcionar con agua. Son los que se pueden encontrar habitualmente con radiadores de pared. También los de suelo radiante.
Para generar este agua caliente, las placas solares térmicas están rellenas con una solución compuesta por agua y glicol, que es una sustancia anticongelante. Esta es capaz de aumentar su temperatura cuando recibe los rayos solares. Una vez está caliente, el fluido pasa a un intercambiador de calor. Habitualmente está situado en el interior del depósito en el que se encuentra el agua. Entonces, el calor que lleva el fluido se transmite al agua sin mezclarse con ella, que sube su temperatura y calienta radiadores o sistemas de agua caliente sanitaria.
Los paneles que utiliza este sistema permiten calentar agua aunque no haya mucha luz solar. Pero por si hay situaciones en las que no hay mucho sol y la temperatura a la que se logra calentar el agua no es suficiente, el sistema incorpora en ocasiones un dispositivo de calentado mediante gas.
Sistemas de ventilación natural
Los sistemas de ventilación natural se producen cuando hay diferencia de presencia entre dos zonas, el aire caliente sube o hay un pasillo de aire y viento en una zona. Es un sistema de ventilación pasivo, y aunque no se puede intervenir en su generación, sí se puede facilitar al diseñar un edificio o vivienda.
Los principales sistemas de ventilación natural son los siguientes: ventilación cruzada natural, ventilación natural inducida, sistemas de enfriamiento evaporativo (ventilación natural para edificios grandes) y efecto chimenea a través de cubiertas ventiladas colocadas delante de las paredes principales.
Estos son los principios básicos de la bioconstrucción, que permite obtener edificios no solo respetuosos con el medio ambiente. También con sus habitantes y quienes vayan a utilizarlos. Así que, si quieres cuidar el medio ambiente y te apasiona la construcción sostenible, fórmate para el diseño de espacios urbanos y edificaciones respetuosas con el medio ambiente con la bioconstrucción.