
Maquetación editorial: qué es, funciones y salidas profesionales
La maquetación editorial convierte cualquier texto en un contenido impreso o digital listo para ser consumido. Una combinación de técnica y estética que permite que el mensaje llegue a su destinatario.
La forma en la que se presentan los contenidos importa tanto como el propio mensaje. Por ejemplo, una revista con una jerarquía en los títulos confusa o un folleto con demasiado texto podrían perjudicar la experiencia del lector. Para evitar que suceda y que esta última sea buena, se utiliza la maquetación editorial, que es la disciplina que se encarga de organizar textos, imágenes y elementos gráficos. A través de ellos es como se consigue que haya claridad y coherencia en el contenido, pero también que resulte atractivo visualmente.
En este artículo, veremos en qué consiste, sus funciones y tipos, así como las salidas profesionales de dedicarse a la maquetación de publicaciones. No obstante, si es un campo que te interesa y te gustaría desarrollar ahí tu futuro laboral, apuesta por una formación especializada con nuestro máster en Diseño editorial profesional.
¿Qué es la maquetación editorial y para qué sirve?
La maquetación editorial es una rama del diseño gráfico, que se especializa en estructurar el contenido de libros, revistas, periódicos y otros soportes, tanto en su formato impreso como digital. Si bien puede parece que consiste únicamente en colocar el texto dentro de cada página, como en cualquier área del diseño, debe tener en cuenta la funcionalidad y la armonía visual.
En el caso de la maquetación editorial, estas se consiguen alterando elementos como las jerarquías en el contenido, los márgenes del texto, la tipografía elegida, el uso del color o la disposición de las imágenes.
Su función principal es doble. Por un lado, la maquetación se asegura de que la publicación es legible y agradable a la vista. Pero al mismo tiempo, se encarga de potencial el atractivo visual del proyecto para que pueda cumplir con su objetivo, que es ser leído.
La persona encargada de realizar este trabajo, que será la maquetadora, debe seguir las indicaciones que marca la responsable del diseñador editorial. Es decir, que a partir de unas directrices concretas, convierte un manuscrito o un borrador gráfico en un documento terminado y listo para su impresión o difusión digital.
En otras palabras, desde el diseño se crean las reglas, y en la fase de maquetación de una publicación se ejecutan. De este modo, se facilita la lectura del texto y se potencia la comunicación del contenido.
Funciones clave de la maquetación editorial
Dentro de cualquier proyecto de diseño editorial, la maquetación cumple varias funciones, que son estas:
Organizar el contenido. La maquetación define la forma en que se distribuyen los textos, titulares, pies de foto y elementos visuales.
Aplicar los estilos gráficos. Se busca que haya una coherencia entre todos los elementos, como tipografías, tamaños, interlineados y colores.
Optimizar la lectura. La edición del texto mejora la legibilidad a través del uso de jerarquías claras y un ritmo visual equilibrado.
Adaptación al soporte. Cada formato tiene sus propias particularidades; por eso, hay que ajustar el contenido para el canal de comunicación, que puede ir desde un libro impreso de bolsillo a una revista digital interactiva.
Tipos de publicaciones donde se aplica la maquetación editorial
El campo de la maquetación editorial es amplio y debe ajustarse siempre al tipo de publicación y al lugar o medio en el que será presentado al público. Algunas de las publicaciones más habituales son las siguientes:
Libros. Pueden ser de cualquier género, como novelas, ciencia ficción o manuales académicos. Cada uno requiere de un tratamiento concreto al maquetar un libro, para que la organización y el aspecto visual concuerden con el contenido.
Revistas y periódicos. Son publicaciones más dinámicas que los libros, con múltiples secciones y con un uso intensivo de las imágenes.
Catálogos y folletos. Este tipo de materiales tienen un componente comercial muy fuerte; por eso, la claridad a la hora de informar es vital.
Publicaciones digitales. Son los ebooks, las revistas interactivas y los blogs, y en ellas, lo que se prioriza es la adaptabilidad y la experiencia de usuario.
Cada uno de estos formatos tiene sus propios retos y necesita que se apliquen unos principios determinados de jerarquización, equilibrio visual y coherencia entre los recursos gráficos empleados.
Herramientas y software para maquetar contenidos editoriales
En la actualidad, la mayor parte de los proyectos se realizan con programas de maquetación editorial. El estándar de la industria es Adobe InDesign, ya que es capaz de gestionar volúmenes de texto muy grandes, aplicar estilos automatizados y preparar documentos para su impresión o exportación digital.
No obstante, existen también otras herramientas para maquetar alternativas. Por ejemplo, Affinity Publisher, que es más asequible y con una curva de aprendizaje menos pronunciada. O Scribus, que es de código abierto. Para quienes busquen una herramienta muy sencilla y sin demasiadas complicaciones, Canva funciona bien en proyectos básicos y para la autopublicación, aunque presenta bastantes limitaciones.
Si bien estas herramientas para maquetar son importantes, la técnica no es lo único que importa. Se necesita tener también criterio estético, puesto que las publicaciones deben resultar atractivas y agradables a la vista, así como capacidad para interpretar el contenido.
Este tipo de habilidades se desarrollan con la práctica continuada y con una formación especializada. Si buscas una completa y actualizada que te dé la oportunidad de abrirte un camino profesional en este campo, te recomendamos nuestro máster en Diseño editorial. En él, obtendrás la licencia de Adobe y podrás practicar con docentes experimentados la maquetación de proyectos.
Salidas profesionales en el ámbito de la maquetación editorial
Las salidas laborales del diseño editorial no se limitan a trabajar en editoriales tradicionales. Estas suelen ser el destino habitual para diseñadores y maquetadores, pero hoy en día, el abanico profesional es mucho más amplio, ya que también se han multiplicado los formatos y el propio tipo de publicaciones.
- Agencias de publicidad. Dan preferencia al atractivo visual a la hora de estructurar la información. Trabajan con campañas, catálogos y revistas corporativas.
- Estudios de diseño gráfico. En estos, la maquetación se suele combinar con branding y comunicación visual.
- Medios digitales. Aquí se incluyen las revistas online, los periódicos interactivos o las publicaciones especializadas, que requieren adaptaciones a diferentes pantallas y dispositivos.
- Freelance. Se trata de profesionales que ofrecen sus servicios por cuenta propia a editoriales, empresas y autores independientes. Pueden desarrollar proyectos variados con una gran autonomía.
La maquetación editorial tiene la capacidad de convertir un simple manuscrito o archivo de texto en una publicación lista para llegar al lector. Además de la parte estética, implica seguir una estrategia visual, técnica y capacidad de comunicación. Por tanto, hay que conocer sus funciones, los tipos de publicaciones y las herramientas actuales para poder trabajar a nivel profesional. Si esta es tu pasión, solo tienes que inscribirte en nuestro máster.