¿Cómo serán las aulas del futuro? ¿Qué pasará en España?
El diseño de un aula del futuro, sin lugar a dudas, pasa por incorporar la tecnología a la enseñanza, y por tanto, a cómo están concebidas las clases.
¿Cómo se diseñarán las aulas del futuro?
El diseño de un aula del futuro, sin lugar a dudas, pasa por incorporar la tecnología a la enseñanza, y por tanto, a cómo están concebidas las clases. Esto hará que pasemos de un concepto estático, con el profesor al frente y filas de sillas y mesas para los alumnos, a otro mucho más dinámico y variable. Por eso será necesario tener en cuenta muchos aspectos para el diseño de un aula del futuro.
Lo primero que habrá que tener en cuenta para ello será conocer si el diseño será para un aula dedicada a una asignatura concreta, con alumnos rotando entre distintas clases, o por el contrario es el mismo para todas. En este último caso, por tanto, las aulas tendrán que tener varias zonas para la realización de actividades diversas. Sobre todo en las destinadas a educación infantil y los primeros cursos de primaria.
En el caso de las aulas del futuro que se utilicen para una asignatura y vayan rotando los alumnos, su diseño estará centrado en ella. Por ejemplo, en el caso de los laboratorios se diseñarán con zonas diferenciadas para cada tipo de experimento o prueba. Sin olvidarse de una zona más tecnológica para experimentos que impliquen el uso de elementos multimedia o de realidad virtual o aumentada.
Eso sí, en todos los casos habrá que tener en cuenta los recursos con los que se cuenta. Sobre todo en lo que se refiere a los presupuestos, que marcarán el máximo que se puede invertir en el diseño y desarrollo de las clases.
El mobiliario de las aulas del futuro
En las aulas del futuro seguirá habiendo en muchos casos sillas y mesas. Solo que es probable que no sean tan uniformes como ahora ni ocupen prácticamente todo el espacio disponible. Porque también habrá otras zonas para realizar otras actividades. Así, en las clases de los más pequeños tiene que haber un espacio de descanso con grandes cojines y puffs para recostarse. Y también pizarras, pero no solo fijas. También las habrá móviles, con el objetivo de que haya una en cada zona de trabajo.
Las aulas o espacios con más tecnología sí que tendrán menos mobiliario distinto de mesas y sillas para utilizar ordenadores. Es probable que, en los casos en los que se adopte la realidad aumentada o mixta cuenten incluso con grandes espacios vacíos por los que se podrán mover alumnos y profesores mientras interactúan en Internet.
Las aulas del futuro en España
En España no hay muchos detalles para saber cómo serán las aulas del futuro. Por ahora, siguen siendo muy similares a las de hace una o dos décadas, debido a que la tecnología no ha entrado todavía con mucha fuerza en ellas, más allá de un aumento en el número de ordenadores y tablets. En algunos casos se han adoptado pizarras digitales. Pero lo habitual es que la disposición de las aulas sea tradicional: profesor al frente y alumnos en filas o grupos de cuatro o cinco distribuidos por toda la clase.
No obstante, hay distintos proyectos que buscan una distribución distinta de las aulas del futuro en España. Así, el proyecto de la Unión Europea 'Aula del Futuro' busca mejorar el desarrollo de las competencias de los alumnos, en vez de centrarse únicamente en que memoricen conocimientos. Este proyecto diseña aulas pensadas tanto para enseñar como para aprender, dotadas de lo último en tecnología y comunicación.
El espacio de estas aulas es flexible y puede cambiar en función de las necesidades de profesores y alumnos. Está dividido por zonas, cada una con su propio mobiliario y disposición, así como con herramientas tecnológicas.
Estas zonas del Aula del Futuro son básicamente seis: Investiga, Explora, Interactúa, Desarrolla, Crea y Presenta. En cada una de ellas se fomenta y estimula el aprendizaje, pero en vez de ser el profesor el protagonista de las clases, lo es el alumno. La labor del profesor pasa a ser la de guía y orientador de los alumnos en su descubrimiento del conocimiento. También será su mentor.
Los alumnos pueden ir cambiando de zona a lo largo de una clase en función de los temas que estén tratando, y de las herramientas que necesiten para aprender.
El Studio Knol
El Studio Knol, que tiene su sede en Holanda, es una de las muchas compañías e instituciones que desde hace unos años han hecho su aportación al diseño de las aulas del futuro. En este caso, en el año 2015, los miembros del estudio pusieron en marcha el proyecto Pencil vs Pixel, con el que durante dos meses investigaron el futuro de la educación.
En el proyecto, además de los miembros del estudio trabajaron también otros especialistas en diseño, Anna Dekker y Christian Bakker. Además, formó parte de la colaboración School Around entre el estudio, el espacio artístico MU y la escuela de medios creativos SintLucas. Su trabajo durante el proyecto se centró en experimentar con una mezcla de diseño espacial e investigación social.
Así, durante dos meses, 24 alumnos de la comunidad creativa experimentaron cuatro entornos diferentes de aprendizaje en Mu, Eindhoven.
El primera era totalmente físico, moviendo objetos, desplazándose en el espacio; en el segundo físico y digital interaccionaban, códigos QR y lectores de realidad aumentada; el tercer entorno es otra mezcla de digital y físico pero quizás tenía más peso la parte digital, la aplicación solo les permitía ver aquellos materiales objetos verdes, el resto no, aun así disponían del tacto; en el cuarto se colocan unas gafas de realidad aumentada en la que pierden conciencia de sus sentidos, también del espacio que ocupaban su cuerpo y cualquier referencia externa, excepto la voz; debían interactuar entre ellos.
Monitorizaron y preguntaron a los alumnos cómo se habían sentido y al profesor cual había sido el nivel de participación, concentración. En la fase más física se observo que estaban menos cansados, más atentos y que habían percibido cualidades de los materiales que de otro modo no hubiera sido posible. Quizás en las que se mezclaban digital y físico, los desconcertó más, estuvieron más desconcentrados, pero como apuntaba el director de Sint Lucas Creative Community, también deben aprender a enfrentarse a entornos desconocidos. Por último en la fase 100% digital también aprendieron mucho, porque les permitía crear de otra manera.
Obviamente se trataba de una pregunta trampa. No se trata de escoger físico o digital, sino propiciar el máximo de herramientas a los alumnos para que aprendan desde lo tangible, ser capaces de adaptarse a nuevos formas de trabajar y sacar el máximo provecho que nos ofrecen los avances tecnológicos.
http://studioknol.com/pencil-vs-pixel/
http://www.mu.nl/en/play-and-learn/activities/pencil-vs-pixel