Postproducción fotográfica: ¿por qué es clave para un negocio?

Postproducción fotográfica: ¿Por qué es clave para un negocio?

Hoy en día vivimos un momento en el que la aparición de las redes sociales, las tiendas online y todo lo digital ha hecho que sea más importante que nunca tener una imagen de calidad. Así, toda empresa que pretenda vender un producto sabe que la imagen que utiliza para ello es fundamental, y aquí es donde entra en juego la postproducción fotográfica. En este artículo te daremos algunas claves con las que podrás ver, realmente, su gran importancia para el diseño y desarrollo de un producto.

Autor: Elena González
Diseño de producto
23 de Junio de 2022

Pero empecemos por el principio. Veamos un poco más en qué consiste este concepto.

¿Qué es la postproducción fotográfica?

Cuando hablamos del lanzamiento de un producto, la postproducción fotográfica es un elemento al que, sin lugar a dudas, es necesario referirse.

La postproducción fotográfica es la fase final de un proyecto, y es fundamental, ya que es en la que se optimiza la imagen para poder conseguir el resultado obtenido. No solo es importante a la hora de lanzarlo, sino a la hora de diseñarlo de forma que puedas captar la atención de tus clientes. Imagina que quieres crear un producto utilizando el modelado 3D, o incluso crear uno que persiga el ambientalismo: la postproducción fotográfica es lo que va a ayudarte en última instancia a que tus imágenes consigan su objetivo. 

Si tuviésemos que definir este término, en pocas palabras, diríamos que es la fase en la que se retocan las fotografías modificando aspectos como pueden ser la luz, el contraste, las sombras… Todos aquellos elementos que pueden resultar significativos en la fotografía final.

 

Postproducción fotográfica

 

¿Qué se hace en una postproducción fotográfica?

Como hemos dicho anteriormente, la postproducción fotográfica persigue la optimización de distintos parámetros de imagen para conseguir el resultado perfecto. Por ello, lo que se hace en esta fase de trabajo es modificar dichos aspectos.

Es importante señalar que la postproducción no comienza con ella propiamente dicha, sino desde la primera toma, ya que cualquier fotografía que se haga debe hacerse pensando en la mejor manera de optimizarla posteriormente. Y es que este es uno de los puntos críticos.

El profesional ha de ser capaz de ver la imagen en su cabeza y hacer lo necesario para conseguirla. Si tiene la idea clara, podrá hacer la foto adecuada para poder trabajarla en la fase de postproducción.

Otra cuestión relevante aquí es saber que la postproducción fotográfica no es la única manera de conseguir el objetivo final. Es fundamental crear, por ejemplo, luces y sombras en el set, y no añadirlas al final.

Naturalmente, para conseguir una buena postproducción debes conocer las herramientas y saber usarlas correctamente, de modo que puedas sacarles todo el partido. Utilizándose de la manera adecuada, en la fase final del proyecto podrás, por ejemplo, retocar los colores de la foto para aportar un extra en la personalidad de la imagen. 

En realidad todo se reduce a una cuestión única: que la imagen final sea coherente y que exista armonía en ella.

¿Dónde se utiliza más una postproducción en fotografía?

Aunque se puede utilizar en cualquier sector para mejorar las fotografías, hay algunos en los que su uso es mucho más prominente. A continuación te dejamos algunos ejemplos.

Fotografía de producto para e-commerce

Si lo que buscas es que tu producto se distinga y se muestre tal y como es ante el usuario, la postproducción fotográfica es fundamental.

Al vender un producto por internet, el usuario quiere saber cómo es en realidad el producto, para lo que necesita una imagen que sea fiel y, muy importante, que tenga la mayor calidad posible. Solo así lograrás conversiones. Debes pensar que internet es un entorno intangible, por lo que el usuario quiere saber lo más exactamente posible qué va a comprar.

 

Postproducción fotográfica

 

Sector de la moda

Como te puedes imaginar, para cualquier empresa relacionada con la moda la postproducción fotográfica supone algo elemental. Es cierto que en este sector las técnicas que se requieren son avanzadas, y que prestar atención a cada detalle es imprescindible. La razón es que esas imágenes tienen que causar impacto en el usuario. 

En este sentido, la postproducción se realiza a todos los elementos: desde la piel hasta los pliegues de la ropa, pasando por la eliminación de elementos no deseados en la fotografía.

Postproducción fotográfica para publicidad

Igual que ocurre en la moda, hacer postproducción en el sector publicitario implica tener un nivel de atención al detalle y edición de las imágenes que se trabajan muy elevado. No solo hay que optimizarlas y aumentar la calidad, sino que por lo general se necesitan escenarios capaces de transmitir un mensaje al usuario.

En este campo son muy importantes la dirección de arte y la escenografía.

Postproducción en la fotografía de autor

Como su nombre indica, la fotografía de autor simplemente se somete a la idea del profesional. De esta forma, ocurre lo mismo con la postproducción. Esto puede implicar, a veces, hacer una representación fiel de la realidad, pero también crear elementos nuevos y diferentes.

Claves para una buena postproducción fotográfica

Una de las claves fundamentales de la postproducción fotográfica es la prevención de errores, y por ello, es una gran idea realizar una copia de seguridad del trabajo que ya hemos llevado a cabo. Es más, es algo que hay que hacer antes de empezar a trabajar cualquier retoque.

Luego deberemos seleccionar el material del que disponemos, asegurándonos de usar las imágenes que mejor se adaptan a las necesidades del proyecto en cuestión. Si ves imágenes que no entregarías, mejor eliminarlas para reducir la cantidad de material con el que tendrás que trabajar.

Acto seguido, es muy importante también realizar una clasificación de todas las imágenes de las que dispongamos. Todo esto forma parte de la planificación de la postproducción fotográfica, y una vez llevado a cabo es cuando podremos empezar propiamente con la tarea de retoque. 

Una de las claves básicas es conseguir la exposición adecuada y la temperatura de color idónea, así como una posterior manipulación de la curva de los tonos.

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