

Como profesionales, nuestra misión es conocer las últimas tendencias en el diseño de espacios culturales. De esta forma, haremos que destaquen y sobresalgan. Y, asimismo, sacaremos a la luz el máximo potencial.
En general, los espacios expositivos cuentan con una distribución que suele repetirse. Constan de un hall o recibidor, que hace las veces de entrada al recinto o exposición, y una serie de salas que sirven para guiar a los visitantes. De hecho, el primer factor a tener en cuenta en las tendencias actuales del diseño de estos espacios, es conseguir que el flujo de las visitas sea natural. Veamos qué más podemos tener en cuenta para sacarle todo el partido a las últimas tendencias:
La apuesta por el minimalismo llega pisando fuerte en casi todas las tendencias del interiorismo y el diseño de estos espacios no se queda atrás. Esto ocurre porque, eliminando excesos de estímulos, permitimos que el visitante centre toda su atención en las obras expuestas. Así, podemos dejar las salas con mobiliario escaso, apostar por colores neutros y dejar que sea la obra la protagonista del espacio. Idealmente, deben evitarse columnas y dejar que las salas sean espacios diáfanos.
Relacionado con el punto anterior, hoy en día también se busca que los visitantes conecten con las obras. Para eso, debemos tener en cuenta la facilidad para que las visualicen correctamente. Es importante que coloquemos el mobiliario a la distancia adecuada. Si el espacio es demasiado amplio, una opción es utilizar paredes artificiales.
Algo que suele preocupar mucho cuando se prepara un espacio expositivo, es la iluminación de las obras. Es obvio que no se puede generalizar, puesto que cada pieza puede requerir unas condiciones distintas, pero cuanta más luz natural podamos utilizar, mejor. Para complementarla, últimamente se apuesta por el uso de tecnología led, que permite el uso de luz directa e indirecta y, además, puede utilizarse sin que interrumpa el diseño del espacio.
En contraposición con el primer punto, donde hablamos de minimalismo, aparece una segunda tendencia en auge. El uso de distintos materiales, texturas e incluso las propias obras, para buscar un espacio moderno, de diseño y distinto del resto de exposiciones. Resulta especialmente interesante para arte moderno. O al revés: El uso de paneles de madera y grandes marcos le dará a nuestro espacio un toque clásico, perfecto para exponer obras más antiguas o tradicionales.
Las reglas del juego cambian en muy poco tiempo, sobre todo si hablamos de las nuevas tendencias que encontramos en el diseño de estos espacios culturales, museos, exposiciones, etc. Por eso, si queremos dedicarnos a esta profesión, debemos estar a la última y formarnos adecuadamente.