
5 consejos para mejorar la calidad de un producto
Una de las principales tareas de los departamentos de marketing es la de mejorar la calidad de un producto.
Esta labor hace necesario que se cuente con un absoluto conocimiento de dicho producto, desde la fabricación hasta los componentes del mismo. Y, naturalmente, hace necesario que se conozca bien la mente del consumidor.
La calidad del producto depende de la propuesta de valor. Desde el inicio de una idea de producto el profesional debe conocer la cadena de valor para mejorar la calidad de sus productos. Si sabe cuál es el valor del producto, se pueden hacer cambios para mejorar su calidad.
¿Cómo se puede mejorar la calidad de un producto?
Estos son algunos de los consejos que puedes seguir para mejorar la calidad de un producto. Más abajo encontrarás su explicación con detalle:
- Identificar las necesidades y requisitos de los clientes
- Agilizar la comunicación interna para mejorar la calidad de un producto
- Optimizar la gestión de la demanda del producto
- Potenciar la formación y reforzar la asistencia técnica
- Cuidar al máximo el servicio de postventa
- Revisar y definir los procesos
- Contratar personal especializado
- Revisar la capacitación de los empleados y formarles
- Elaborar un plan de limpieza periódica y otro de mantenimiento preventivo
1) Identificar las necesidades y requisitos de los clientes
Un producto debe ser lo que necesita y busca el cliente. Si necesita un producto barato no tiene sentido diseñar el mismo producto y venderlo al doble. Es necesario saber qué está buscando tu cliente objetivo y adaptarlo a sus necesidades, para que le interese desde el mismo momento y el lanzamiento del producto sea un éxito.
2) Agilizar la comunicación interna para mejorar la calidad de un producto
Es necesario conocer bien todos los entresijos del producto, y además, comunicarlo al resto del equipo para crear productos mejores. Por eso, la comunicación interna tiene que ser parte del diseño de la comunicación de una marca. En esencia, la brecha entre la investigación de mercado y la producción debería ser mínima. La cuestión es que la información relevante llegue lo más fielmente a quienes van a diseñar el producto.
3) Optimizar la gestión de la demanda del producto
Muchas veces la calidad del producto no está determinada por el producto en sí, sino también por la disponibilidad del producto. Imagina que estás en un restaurante y que te sirven una hora después de pedir. La comida puede ser la mejor del mundo, pero nadie va a esperar una hora cuando tiene hambre.
Al comercializar el producto, es importante satisfacer la demanda para aumentar su percepción de calidad. La calidad del producto también la definen elementos intangibles como el orgullo de tenerlo. Gestionar la demanda es fundamental para mejorar la calidad en la mente del cliente.
4) Potenciar la formación para reforzar la asistencia técnica
Para cualquier producto técnico, industrial o comercial, es importante que su canal de servicio técnico esté completamente capacitado. Las instrucciones para el uso del producto, incluidos los manuales de formación, la capacitación de los clientes y la asistencia técnica disponible para el producto, deben comunicarse a lo largo de la cadena de valor.
5) Cuidar al máximo el servicio de postventa
Es imposible mejorar la calidad de un producto si no la tiene. Si compras una impresora y no funciona, si la empresa no me ofrece un servicio técnico no volverás a comprar esa marca.
Las empresas necesitan buenos profesionales que sean capaces de no solamente diseñar buenos productos, sino, llegado el caso, que estén perfectamente capacitados para mejorar la calidad de un producto. Esto es fundamental para hacer que una marca sea percibida por el posible y actual cliente como una marca que responde y que ofrece productos de calidad.
6) Revisar y definir los procesos
Para que mejorar la calidad de un producto es básico realizar una revisión de los procesos que se llevan a cabo para su fabricación. También de las herramientas empleadas en crearlo. Solo con eso se pueden encontrar pequeños fallos a mejorar que, una vez corregidos, harán que la calidad del producto sea mejor. Por otro lado, se puede mejorar la definición de dichos procesos, porque puede que alguno no esté lo bastante optimizado y necesite ajustes.
7) Contratar personal especializado
Para contar con un producto de la calidad deseada tienes que contar con personal especializado para su fabricación. Solo se esta manera podrás optimizar al máximo los procesos: con empleados que tienen todas las capacidades necesarias para su fabricación. Además, también podrán crear productos innovadores.
8) Revisar la capacitación de los empleados y formarles
Además de contar con personal especializado, para poder mejorar la calidad de tus productos, tienes que controlar qué capacidades tiene cada uno de los empleados encargados de su fabricación. Si no cuentan con todas las necesarias, la mejor inversión que puedes hacer para mejorar la calidad de tus productos es formarles para que adquieran las que les falten. O bien para actualizar sus conocimientos. Además, tendrás que hacerlo periódicamente, porque los sistemas y procesos de fabricación cambian habitualmente cada cierto tiempo.
9) Elaborar un plan de limpieza periódica y otro de mantenimiento preventivo
En muchas más ocasiones de las que parece, el estado de las máquinas tiene mucho que ver en la calidad final de un producto. Tanto su limpieza como lo dañados que estén sus piezas y componentes. Por eso hay que procurar que estén limpias, y en el mejor estado posible. Lo primero se conseguirá mediante una limpieza periódica. Lo segundo, a través del mantenimiento preventivo que evite averías.
Al fabricar cualquier producto, una máquina se ensuciará. Habitualmente, las materias primas que se utilicen dejarán restos en ellas, por lo que habrá que limpiarlas de manera periódica. Para ello hay que elaborar un plan que recoja cada cuánto tiempo hay que limpiar cada una, y mediante qué método hacerlo. Además tienes que tener en cuenta que es probable que tengas que limpiarlas de manera extraordinaria por diversos motivos en más de una ocasión.
En cuanto al plan de mantenimiento de las máquinas, pensado para evitar averías serias y fallos de producción, no solo mejorará la calidad de los productos. También generará un ahorro en costes. Al llevarlo a cabo, se podrán descubrir piezas que empiezan a estar defectuosas antes de que se rompan. Por eso se podrá programar su cambio. Y hacerlo antes de que estén lo bastante dañadas como para dañar la calidad del producto que fabrican.
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