ejemplos de neuromarketing

7 ejemplos de neuromarketing en publicidad y cómo influyen en el consumidor

El neuromarketing combina principios de neurociencia y psicología para entender las decisiones de compra de los consumidores y crear campañas y productos que llamen su atención.

Autor: Antonio Ruiz
Diseño publicitario
3 de Junio de 2025

Las decisiones de compra están influenciadas tanto por la razón como por nuestras emociones. El neuromarketing es la disciplina que trata de descifrarlas a partir de la comprensión de los consumidores. Como su nombre indica, combina neurociencia con marketing, y es una técnica cada vez más usada a nivel empresarial para crear campañas y productos que sean más persuasivos y conecten mejor con los consumidores.

Hoy veremos en qué consiste y algunos ejemplos de campañas publicitarias que apostaron por esta técnica. Pero si quieres aprender a aplicarla en los medios de comunicación digitales, te recomendamos nuestro Máster en Diseño Gráfico Digital. Aprenderás a dominar el lenguaje gráfico y los códigos más utilizados en esta industria, para aplicarlos en otras disciplinas. 

¿Qué es el neuromarketing y por qué lo usan las marcas?

El neuromarketing es una disciplina que se dedica a estudiar el funcionamiento del proceso de compra de las personas. Es decir, las decisiones que toman y cómo se ven influenciadas por respuestas cerebrales, emocionales y subconscientes. Para ello, aplican principios de la neurociencia, de forma que se puedan conocer cuáles son aquellos elementos que marcan las preferencias y comportamientos del consumidor, para luego integrarlos en las estrategias de marketing. 

Al parecer, las decisiones que tomamos son, en su mayoría, completamente inconscientes, porque entran en juego tres zonas de nuestro cerebro. La primera es el neocórtex, que es la más nueva en nuestra evolución y podría decirse que es la parte más racional. La segunda es el cerebro límbico, que alberga nuestras emociones y, tercero, el cerebro reptiliano, que es la parte más antigua y que gestiona las funciones más básicas, como la respiración, el hambre, etc.

Los estímulos que recibimos del exterior pasan por las tres. Por eso, el neuromarketing debe tenerlas en cuenta y entender cómo fluye toda la información por ellas y de qué manera reaccionamos. Para ello, se pueden usar herramientas como la resonancia magnética funcional (fMRI), electroencefalogramas (EEG) y seguimiento ocular para analizar cómo los estímulos publicitarios impactan en el cerebro. 

Se utiliza a nivel empresarial para optimizar las campañas publicitarias y los productos. El objetivo final es influir en el comportamiento del consumidor para aumentar la probabilidad de que finalmente realice una compra. Además, aplicar el neuromarketing sirve también para diseñar experiencias de usuario que estén personalizadas o que sean más intuitivas. Así, resultarán más satisfactorias para el cliente. En cualquier caso, la idea es que las marcas puedan ajustar su comunicación para conectar mejor con su público objetivo, fomentar la lealtad y mejorar su posicionamiento en el mercado.

 

ejemplos de neuromarketing

 

Ejemplos reales de neuromarketing en campañas publicitarias

 

El neuromarketing publicitario ya no es una técnica experimental, sino una herramienta que multitud de marcas utilizan a la hora de crear sus campañas publicitarias. Gracias a ella, conectan mejor con sus consumidores, toman decisiones basadas en datos reales sobre el comportamiento y las emociones, y diseñan campañas más eficaces.

Además de para vender, las técnicas de neuromarketing influyen en cómo las personas perciben los productos de una marca, el entorno de compra o su identidad visual. A continuación, vamos a ver algunos ejemplos reales que muestran la relación entre neurociencia y publicidad.

Lefties

Lefties es un buen ejemplo de empresa que ha usado el neuromarketing visual. Lo hace en la presentación de sus precios, que resulta visualmente atractiva. La parte entera sale en grande y los decimales pequeños, para que los compradores perciban el precio como más bajo al no fijarse en la segunda parte.

Esta técnica se basa en cómo el cerebro interpreta de forma rápida los estímulos visuales. Al destacar solo la parte entera, se genera una percepción de ahorro, aunque la diferencia sea mínima. Es una forma sutil de guiar la decisión de compra sin que se altere el precio real, pero sí la manera en la que los consumidores lo perciben. 

McDonald's

McDonald's lanzó un anuncio en los Estados Unidos en los que uno de sus ingredientes en las hamburguesas era el bacon. Sin embargo, este simulaba ser una lengua que probaba su propio pan. La idea era relacionar el producto con el placer sensorial. 

En este ejemplo, se juega con el neuromarketing visual y también con el kinestésico, ya que evoca sensaciones físicas como el sabor o la textura, pero sin necesidad de probar el producto. La imagen sugiere que se obtiene un placer inmediato, y al usar elementos animados con forma humana, se estimula la empatía y la curiosidad del espectador. Forma parte de las estrategias de marketing sensorial.

Lays

Lays vio cómo sus ventas caían en picado porque tenían una imagen de productos poco saludables. Lo que hizo fue apostar por el neuromarketing visual para modificar la relación que hacían los consumidores. El resultado fue una paleta de colores diferente en su publicidad. Ya no utiliza el amarillo, y en su lugar ha optado por colores como el beige y el marrón. Ambos se perciben como menos procesados y más saludables.

Los colores en el packaging influyen directamente en la percepción que se tiene del contenido. El color amarillo, por ejemplo, se asocia con lo artificial y procesado. Al cambiarlo por tonos más neutros y naturales, la marca está consiguiendo reposicionarse visualmente en el mercado, pero sin tener que modificar la receta del producto. Por tanto, lo única que cambia es la asociación que hacen los consumidores en su mente. 

Tampax

Un ejemplo de neuromarketing emocional, o marketing de emociones, es Tampax. Hace años, realizó un estudio con electroencefalogramas para determinar qué imágenes de su presentadora Patricia Conde generaban una mejor respuesta emocional entre las consumidoras.

Este tipo de análisis permite identificar qué planos, expresiones o gestos generan más confianza, empatía o agrado. La marca consiguió optimizar su anuncio para que tuviera una mayor conexión emocional con su público objetivo. También mejoró su impacto sin necesidad de cambiar el mensaje general de la campaña.

 

ejemplos de neuromarketing

 

Xbox

Microsoft, propietaria de Xbox, realizó un estudio durante sus campañas de Xbox LIVE para comparar el impacto de los anuncios interactivos frente a los formatos estáticos tradicionales. Utilizaron diademas EEG para medir la actividad cerebral de los usuarios mientras interactuaban con distintos tipos de publicidad.

El estudio mostró que los anuncios que daban opciones al usuario, como hacer clic o descargar contenido, conseguía aproximadamente 238 segundos más de engagement y alcanzaban un 90% de recuerdo de marca. Además, parecía haber más actividad cerebral en áreas relacionadas con la emoción y el compromiso.

Disney

Disney ha apostado por el neuromarketing auditivo a través de sus canciones, que potencian ciertas emociones en los espectadores. Por ejemplo, en la película Up, se analizaron las emociones de cada secuencia para elegir la música más adecuada en cada una de ellas y buscar o crear los temas con base en aquellas.

Este tipo de análisis no solo tiene como finalidad elegir una melodía bonita, sino que el objetivo es identificar qué combinaciones de notas, ritmos y armonías despiertan tristeza, esperanza o alegría, en función del momento de la historia. La música, cuando se utiliza correctamente, puede guiar las emociones del espectador y crear recuerdos más intensos de la película.

Volkswagen

Volkswagen utilizó una campaña publicitaria sobre la seguridad solo para cines. En ella, añadió ruidos fuertes que potenciaron la advertencia de peligro en los espectadores a la hora de usar el móvil mientras conducen. Se trataba de un vídeo en primera persona de alguien conduciendo por una recta. Al poco tiempo de comenzar la emisión, quienes estaban en el cine recibían un SMS, por lo que desviaban la vista de la pantalla al teléfono. En ese momento, se escuchaba el sonido, y cuando volvían a mirar la pantalla, aparecía un coche accidentado. Sin duda, una campaña de seguridad vial impactante que dejaría un recuerdo duradero en los espectadores. 

El funcionamiento de nuestro propio cerebro sigue siendo un gran desconocido para la humanidad. Pero con disciplinas como el neuromarketing podemos acercarnos un poco más a nuestras percepciones y a cómo influyen en nuestras decisiones. Si quieres dedicarte a la comunicación y al impacto que tienen las marcas y sus productos en los consumidores, fórmate con ESDESIGN. 

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