

Es lo primero que verá el cliente cuando reciba su paquete. Y ya sabemos que causar una buena primera impresión es fundamental.
En primer lugar, porque lo utilizaremos para proteger nuestro producto durante el envío. Pero, además, puede formar parte de nuestra estrategia de marketing y hacer que el producto vendido alcance el éxito gracias a su presentación. Además, cumple una función puramente atrayente y sirve para diferenciarse de la competencia. Por eso, el packaging no puede dejarse al azar.
Podemos analizar este tipo de diseños desde el punto de vista del marketing para comprender mejor cómo acertar. Por ejemplo, podemos comenzar pensando quién es nuestro público objetivo y preparar un envoltorio orientado a ellos. Un buen ejemplo lo encontramos en marcas que han utilizado botellas de agua con forma de princesa o superhéroes. Otras claves a la hora de diseñas el envoltorio de nuestro producto son:
Para elegir el embalaje, primero debemos determinar qué necesidades debe cubrir. Por ejemplo, puede que nuestro producto sea frágil, que deba ser conservado en frío, etc. Elige el embalaje que mejor se adecue.
Aunque siempre acorde a tu marca personal. Los colores que utilices, la tipografía, etc, deben ser los mismos que se incluyan en tu manual corporativo. Pero eso no quita para que utilices tu creatividad. ¿Ofreces productos naturales con sales marinas? ¿Y por qué no utilizar un envase que tenga impresas unas ondas azules?
A la hora de diseñar etiquetas, cajas, papel, etc, no sólo debes tener en cuenta el producto, sino también las características de impresión. Piensa en cómo se verá tu diseño sobre el material que vas a utilizar.
Si quieres causarle una primera impresión brutal al usuario, apuesta por integrar nuevas tecnologías o utilizar un packaging muy original. Ya existen bolsas que sirven para plantar las semillas que contienen y botellas que indican cuándo han alcanzado una temperatura óptima. Apuesta por la imaginación y destacarás sobre la competencia.
Tanto si necesitas un envase para tu producto, como un embalaje para el transporte, piensa en las necesidades del usuario y cómo hacerle la vida más fácil. Cajas que se abran con facilidad o botellas ergonómicas son sólo algunos ejemplos a tener en cuenta.
Es fundamental que el diseño de packaging nos sirva para transmitir los valores de marca que hemos tenido en cuenta para crear nuestro branding. Todos estos consejos son útiles tanto para grandes empresas como para pequeños artesanos que necesitan personalizar sus productos. Por eso, si necesitas especializarte en el sector, los mejor es que busques una formación adecuada para ti.