

El diseño escandinavo ha sido históricamente uno de los grandes referentes del Diseño de Producto. Funcionalidad, depuración formal y confort estético, son algunas de las principales características de una marca que empezó a forjarse, a mediados del siglo pasado, gracias al empujón de una exposición itinerante que llevaría el nombre de Scandinavian Design .
Aunque Noruega, Suecia y Dinamarca son los países estrictamente escandinavos, debemos incorporar también a la Finlandia de Alvar Aalto, Ilmari Tapiovaara, Eero Aarnio, Artek e Iittala, para lograr entender los orígenes de este movimiento que tuvo entre sus principales referentes a Arne Jacobsen, Verner Panton, Poul Henningsen, Børge Mogensen o Hans J. Wegner.
Nacido en 1914, el danés Hans Jørgensen Wegner fue uno de los principales impulsores del diseño escandinavo. Arquitecto y ebanista, diseñó cerca de 500 sillas, de las que más de un centenar llegaron a industrializarse. En la actualidad Carl Hansen & Søn, PP Møbler y Republic of Fritz Hansen, siguen fabricando algunas de sus piezas más icónicas.
Entre sus diseños encontramos referencias a otras culturas, destacando un especial interés por el diseño de mobiliario en China; un hecho especialmente significativo si tenemos en cuenta que nos encontramos ante uno de los grandes referentes que dieron nombre y significado al Diseño Escandinavo.
De 1944, encontramos la silla China ; editada actualmente por Republic of Fritz Hansen, supone una referencia explícita a las sillas fabricadas bajo la dinastía Ming. De 1950, destaca la silla Wishbone , un modelo que adapta el mismo lenguaje, albergando algunas similitudes formales con la anterior pero depurando y sintetizando el modelo de 1944 y alejándose de la carga formal de las piezas referenciales. Editada actualmente por Carl Hansen & Søn, la silla Wishbone es uno de sus diseños más apreciados. En los modelos Elbow , CH8 8 y PP58 , descubrimos también referencias más o menos explícitas a modelos fabricados en China durante los siglos XVI a XIX.
Pero no sólo la cultura asiática fue un elemento referencial para Wegner. En la silla Peacock, de 1947, reinterpreta magistralmente las sillas Windsor, originarias de la Inglaterra del siglo XVI y probablemente inspiradas en los radios de las ruedas de los carruajes. Wegner consigue con Peacock diseñar una pieza eminentemente escultural, pero -fiel a la tradición del diseño escandinavo- una silla, también, excepcionalmente confortable.