Soy emprendedora a mi pesar

Agatha Ruiz de la Prada ha orientado a los amantes del diseño durante la segunda edición de FESesDESIGN

Ayer viernes participó la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada en la segunda edición del FESesDESIGN, encuentro organizado por la Escuela de Diseño de Barcelona que reúne a amantes del diseño en la Antiga Fàbrica Estrella Damm de Barcelona durante los días 15 y 16.

Acompañada por la decana de la escuela Casilda Güell, la diseñadora ha hablado de sus orígenes, de su inspiración en el proceso creativo, de los obstáculos que ha encontrado a lo largo de su carrera y ha aconsejado a los jóvenes talentos que se están preparando para triunfar.

Agatha Ruiz de la Prada no se considera una emprendedora ni una empresaria, a pesar de serlo. Siempre quiso trabajar para otros, pero no pudo encontrar al jefe soñado y, mientras tanto, iba haciendo pequeñas cosas con la ayuda de algunos colaboradores. De esta manera, poco a poco y sin pretenderlo se fue rodeando de un equipo con el que terminó conformando lo que se considera “una empresa”. “Lo que realmente me gusta es diseñar”, afirma, “pero me tuve que acostumbrar a solucionar los problemas que iban surgiendo”. La diseñadora asegura que no tiene miedo a las responsabilidades, al contrario que la gente joven de hoy.

Con un gran sentido común, Agatha Ruiz de la Prada siempre ha hecho lo que le ha dado la gana, pero ha sabido mantener una línea coherente que le ha generado el respeto del público. “Al principio me tachaban de loca”, reconoce, pero lo cierto es que hoy sus diseños se encuentran presentes en la mayor parte de las casas de nuestro país y en muchas de fuera. Moda, cuadernos, azulejos, todo tipo de objetos con su inconfundible sello. “La gente busca aquello que reconoce”, opina.

Su inspiración proviene de la cultura, el arte y la arquitectura que ha mamado desde muy pequeña. Ello, mezclado con lo que absorbió del ambiente de los años 60 le hace considerarse “un producto de la época pop”, a pesar de que es una amante de lo abstracto. La diseñadora ha sabido marcar un estilo que hoy, asegura, no le resulta complicado trasladar a todo tipo de objetos.

Durante su intervención ha aconsejado a los nuevos creadores en torno a tres elementos que considera claves: buscar un estilo propio, el alma del diseñador, y alimentarlo de manera constante a través de la cultura; trabajar la comunicación y atender la parte comercial, que considera muy complicada. Pero sobre todo los anima a que disfruten, no solo diseñando sino también solucionando los problemas de cada día. “Muchas veces el dinero y el trabajo no están relacionados”, afirma, “a veces haces cosas de manera gratuita que con el tiempo te traerán nuevas oportunidades”.

La diseñadora asegura que nunca piensa en sus seguidores a la hora de diseñar, sino que hace lo que debe en cada momento, y se considera su mayor crítica. “Las cosas trabajadas con detalle son las que, con el tiempo, dan buenos resultados”, concluye.

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