
Storytelling visual: narrar historias que enamoran
Las marcas buscan, cada vez más, crear una conexión emocional con los usuarios a los que quieren impactar, y para ello utilizan todas las herramientas que tienen a su disposición. Una de las más eficaces es el storytelling visual, que combina la magia del diseño gráfico con el poder de la narrativa y los mensajes.
En este artículo, te contamos en qué consiste y cómo potenciarlo para ayudar a las grandes compañías a reforzar la unión con los consumidores.
¿Qué es el storytelling visual?
Podemos definir el storytelling visual como la capacidad de narrar una historia o transmitir un mensaje a una o más personas a través del uso de los elementos visuales, como imágenes, gráficos, animaciones, etc.
Esta forma gráfica de transmitir una historia tiene un doble objetivo. Por un lado, despertar una emoción determinada en el usuario, en función de lo que la marca quiera transmitir. Y, por otro lado, crear una conexión emocional o reforzar un vínculo ya existente con él.
De esta forma, con este vínculo creado, la marca tiene mayor capacidad de fidelizar al cliente, lograr que este se sienta identificado con sus valores y mantener una relación a largo plazo con él.
Elementos imprescindibles en el storytelling visual
El primer paso para construir una buena narrativa gráfica es tener claro qué se quiere transmitir con ella. Los profesionales del diseño de arte y del storytelling deben extraer los aspectos más importantes con los que el usuario se debería quedar. Para ello, es importante responder a estas preguntas:
¿Quién eres y cómo es tu personalidad?
¿Cuál es tu propósito?
¿Qué quieres que recuerden de ti?
Las respuestas a estas tres preguntas te ayudarán a conformar el mensaje principal para transmitir en tu storytelling visual. A partir de ahí, estos son los elementos de comunicación visual que debería incorporar:
Imágenes: en función del estilo de la marca, puede recurrir a imágenes más realistas o abstractas.
Colores: no solo es importante mantener la coherencia con los colores corporativos de la marca, sino utilizar la psicología del color para despertar una emoción en el consumidor.
Tipografía: además de elegir el estilo tipográfico, es importante jugar con la jerarquía para guiar al usuario.
Iconografía: los iconos son elementos que ayudan a conectar el resto de elementos visuales con la narrativa.
Cómo crear un buen storytelling visual
El valor más importante de los profesionales del diseño de arte y del storytelling visual es su capacidad para crear una buena estructura narrativa basada en los elementos gráficos. Estos son los pasos a seguir:
Define tu propósito
El primer paso es definir cuál es el propósito de tu empresa, cómo ayuda a transformar la sociedad y qué fue lo que motivó su creación. Esta es la esencia de la historia y del mensaje que se vaya a transmitir, y debe reflejarse en la construcción de la narrativa visual.
Establece el estilo gráfico y visual
Otra de las cuestiones que debes tener claras es qué personalidad de marca quieres reflejar. Esto determinará el tipo de imágenes a utilizar, la tipografía, la paleta cromática y el estilo de los iconos.
Decide el tono del mensaje
Aunque el storytelling visual se basa en imágenes, eso no quiere decir que no haya que poner el foco en el mensaje, puesto que las imágenes transmiten un mensaje. Por lo general, recurrir a la simplicidad suele ser una buena alternativa, cuanto más claro y directo quede el mensaje, más calará entre el público.
Refleja la solución
La finalidad del storytelling visual es convencer a alguien de por qué debe confiar en un determinado producto o servicio. Y, para ello, es preferible utilizar el lenguaje visual de forma que se refleje cómo ese producto puede solucionar un problema, más que para mostrar las ventajas del mismo de manera descontextualizada.
Mantén el ritmo
Recuerda que el storytelling visual implica narrar una historia y, como tal, debe tener un ritmo. Antes de empezar con un diseño, piensa en cuál es el viaje que quieres que el espectador haga con él. Céntrate en qué sensaciones quieres despertar en él y en cómo el diseño puede lograrlo a través de una imagen.
Prueba y error
No existe la historia perfecta, ni tampoco la forma de contarla. Por ello, es importante hacer pruebas, medir y analizar qué tipo de mensajes y diseños funcionan mejor. Asimismo, hay que identificar si las emociones que muestran los usuarios son las que buscamos o, por el contrario, hay que replantear el mensaje.
El storytelling visual, más que una herramienta del branding emocional
La comunicación entre las marcas y los consumidores debe ser constante y fluida, ya que todos los mensajes que transmite una marca hablan de ella. En paralelo, los usuarios han pasado a un escenario en el que lo que más valoran a la hora de escoger una marca, es la empatía y la identificación con sus valores.
Esta comunicación de la que hablamos forma parte del branding emocional de una marca, un proceso continuo mediante el que se crea la identidad de marca y la relación con los usuarios. Y dentro del branding emocional, el storytelling visual ayuda a traducir las ideas que la marca quiere transmitir en imágenes que conectan directamente con la parte más instintiva y afectiva de su target.
Lo que realmente diferencia a una marca y fideliza a sus clientes es su capacidad para generar vínculos emocionales auténticos con ellos. Aquí es donde radica el peso del storytelling visual; y es que, al construir mensajes visuales coherentes, simbólicos y empáticos, las marcas comunican lo que hacen, pero también permiten que las personas sientan que esa marca les entiende, les representa o incluso les inspira.
Como repetimos siempre en nuestro Máster en Diseño y Dirección de Arte, no se trata de perfección técnica, sino de conexión emocional. Una marca que cuenta su historia con verdad visual se recuerda, porque deja de ser solo una opción de consumo y pasa a ser parte del imaginario personal de cada uno.