Entrevistamos a Quique López, director del Máster en Diseño Gráfico y el Máster en Diseño Editorial y Publicaciones Digitales

Hablamos con Quique López, director del Máster en Diseño Gráfico y el Máster en Diseño Editorial y Publicaciones Digitales, para conocer mejor su figura profesional y qué podemos esperar de los programas formativos que dirige en ESDESIGN.

¡Hola, Quique! Teníamos muchas ganas de hablar contigo :) Primero de todo cuéntanos brevemente quién eres.

Soy diseñador gráfico, director creativo, profesor y cocinero y animador en casa a tiempo parcial. Llevo en esto del diseño como 20 años, trabajando primero en agencias y estudios en Valencia y Barcelona y posteriormente y desde hace unos años, dirigiendo mi propio estudio, Pino.

También docente desde 2010 cuando empecé a dar clases como colaborador en un posgrado de diseño digital. Desde entonces he trabajado como profesor, colaborador y director de cursos para distintas escuelas de Barcelona siendo también ponente invitado en Tribunales y Jurados en diferentes certámenes de diseño.

¿Qué es lo que te llevó a ser diseñador gráfico y qué es lo que más disfrutas de la profesión?

Pues seguro que lo que principalmente me llevó a trabajar como diseñador gráfico fue un gusto innato por la formalización de ideas. Como casi todo el mundo, comienzas dibujando y crees que eso es diseño. Como antes de empezar en el diseño pasé por la Publicidad, me di cuenta a tiempo de que esa idea de pensar que el diseño es hacer dibujitos, un tanto naif y normal cuando eres pequeño, no está muy próxima a la realidad. De que todo esto tiene más que ver con aprender, interpretar briefs, convencer a clientes de que tienes más o menos razón y de que, sobre todo, podemos aportar algo del buen gusto aprendido durante muchos años de ver cosas bonitas.

Y claro, también aportar lo que antes se llamaba «valor añadido», que no es más que dotar a las marcas y productos visuales de cierta personalidad para ser reconocible. Lo que ahora tanto gusta llamar diseño estratégico, como si hubiera diseño que no lo fuera.

Creo que está claro; lo que más disfruto es aprender sobre absolutamente todo. Si cae en nuestras manos un proyecto de algo que nunca hemos hecho no puedo estar más contento. Toca analizar, ver cosas similares, estudiar competencia, situar en mapas de posicionamiento y, poco a poco, encontrar esa imagen que nos diferencie/equipare/identifique en un segmento o mercado. Y todo sin saber nada de nada sobre el proyecto. Me encanta.

Como ya has comentado, en 2016 fundaste el estudio Pino. ¿En qué momento os encontráis cinco años después y tras una pandemia de por medio?

Pues teniendo en cuenta que la mayoría de nuestros clientes eran hoteles y restaurante, imagina. No, en serio, hay que tomarlo con humor y ganas de evolucionar. También es cierto, si contamos toda la verdad, que son actores en dos sectores muy mal escogidos. Quiero decir, no todos los restaurantes y hoteles (al menos, algunos de los clientes que teníamos) están dispuestos a pagar lo que vale eso que les haces y, claro, acaban siendo clientes que, para el funcionamiento fluido del estudio suponen más un peso que un alivio. Clientes tóxicos que se llaman.

Quizá la pandemia tuvo algo que ver en el hecho de desprendernos de muchos de ellos sin necesidad de dar un paso valiente y despedirles. Simplemente, desaparecieron sin avisar. Muchos de ellos han mandado un mail ahora queriendo volver a trabajar con las mismas condiciones ventajosas (para ellos) de entonces. Nosotros ya hemos dado el paso adelante.

Emprender siempre da vértigo, ¿qué te llevó a adoptar esta actitud? ¿Qué cualidades se necesitan para ello?

Básicamente, ganas de hacer. Porque has visto cosas en sitios donde has estado trabajando que piensas que puedes hacer mejor. O simplemente, porque hay ciertos funcionamientos internos y externos en los que no crees, no forman parte de tu manera de ser.

Y entonces te planteas que, con un cliente aquí y otro allá, puedes empezar a hacer algo más personal. Y no tiene nada que ver con un estilo gráfico. Puede ser que lo que necesites, realmente, sea hacer funcionar un equipo bajo una perspectiva interna que haga que, en algún momento de tu vida, te sientas realmente feliz de haber emprendido y montado ese grupo de trabajo, esa familia.

De repente, te planteas que no te has ido de viaje con el grupo y montas una salida a la Bienal de Diseño de Oporto y… ¡pam! Sabes que eso forma parte de tu manera de ser y que, sin saber si eso repercutirá de manera positiva en el trabajo o en los resultados ofrecidos a un cliente, simplemente sabes que querías montar un estudio, con gente a tu alrededor, para eso.

Y como te digo esto, te cuento que un montón de cosas que hacemos (La Risoneta, los seminarios, la comida de tal día, etc.) no las hacemos para mejorar el funcionamiento del estudio. No es una estrategia. No está pensado así. Más bien, se siente y se hace. Y las hacemos porque sí, porque no podría ser de otra manera. Lo de emprender mucha gente lo tiene catalogado en su «cajón de cosas de negocios». Para mí tiene más que ver con lo vital. Está en mi «cajón de cosas por las que vivir».

Lo de emprender mucha gente lo tiene catalogado en su «cajón de cosas de negocios». Para mí tiene más que ver con lo vital. Está en mi «cajón de cosas por las que vivir»