Decoración rústica: características del estilo rústico

La decoración rústica es un estilo que ha vuelto a ganar popularidad en los últimos años; si es que puede decirse que alguna vez dejó de utilizarse. Sus características consiguen hacer de cualquier espacio, un lugar cálido y acogedor, donde refugiarse del ritmo frenético de nuestro día a día. Estrechamente ligado a la naturaleza, este estilo decorativo va más allá de un simple diseño, ya que persigue transmitir emociones.

En este artículo, te contamos las características del estilo rústico, pero si te apasiona el diseño de espacios y cómo transformar su apariencia, inscríbete en nuestro Máster en Decoración de Interiores. Aprenderás todo lo necesario para crear estancias únicas a través de diferentes elementos.

¿Qué es la decoración rústica?

La decoración rústica es un estilo de diseño de interiores que se inspira en la vida rural y campestre. Este estilo tiene como objetivo recrear la simplicidad y la calidez de las casas de campo. Para conseguirlo, se sirve principalmente de materiales naturales y elementos que recuerden a esta. Pero no solo en lo que se refiere a la estética en sí misma, sino también a lo que transmiten, con una búsqueda constante por ambientes que resulten acogedores y tranquilos.

Precisamente porque evoca lo natural, abraza las imperfecciones y se centra en destacar pequeños detalles. Y es que si bien su estética es muy atractiva y nunca pasa de moda, el estilo rústico persigue también ser funcional, con espacios que se alejen de la modernidad y la sofisticación.

Por ejemplo, en lugar de superficies lisas y acabados pulidos, este tipo de decoración prefiere texturas naturales y un aspecto más orgánico. Madera envejecida, piedra natural, textiles gruesos o colores terrosos, tal y como veremos a lo largo de este artículo.

Orígenes e inspiración de este estilo

La decoración rústica tiene sus raíces en la vida rural de la época preindustrial, así como en las tradiciones de las casas de campo de diferentes partes del mundo. Este estilo se inspira en la simplicidad y funcionalidad de las viviendas rurales, donde los materiales locales y los recursos naturales eran los elementos principales de construcción y decoración.

En Europa, por ejemplo, la decoración de una casa rústica moderna se asocia a menudo con las casas de campo de la Toscana en Italia, las cabañas de montaña en los Alpes suizos y las granjas de Provenza en Francia. En América, este estilo se encuentra en las cabañas de madera de los Apalaches y las casas de campo del medio oeste. Cada región tiene sus propias características y variaciones en el estilo rústico. Pero lo que todas comparten es la misma filosofía de celebrar la simplicidad y la conexión con la naturaleza.

En cuanto a la inspiración para la decoración rústica, suele provenir de la artesanía tradicional y los objetos hechos a mano. Los muebles rústicos suelen ser robustos y duraderos, hechos de madera maciza y a menudo construidos con técnicas tradicionales. Y los textiles, si no están elaborados a mano, buscan dar esa sensación.

Características de la decoración rústica

Aunque hemos dicho que el estilo rústico moderno puede tener variaciones de una región a otra, todos comparten una serie de características. A continuación, vemos algunas de ellas:

Materiales naturales

Los materiales naturales son una de las características más distintivas de la decoración rústica. Dentro de estos, la madera es el material estrella, y es utilizado tanto en muebles como en elementos estructurales como vigas y suelos. Puesto que antiguamente las casas se construían con los recursos que había en el entorno, este material era el gran protagonista. Este material también lo vemos en el estilo nórdico.

Sin embargo, en función de la región o el clima, la piedra natural también estaba muy presente. Por eso, es otro material que encontramos con mucha frecuencia en este estilo. Por ejemplo, en paredes, suelos y chimeneas, principalmente. Aunque se ve menos, el hierro forjado es otra opción.

Colores terrosos

La paleta de colores de la decoración rústica se inspira en la naturaleza. Por esta razón, los colores terrosos como el marrón, beige, verde oliva y gris son los que predominan. Estos colores contribuyen a la creación de un ambiente cálido y acogedor, y se suelen combinar con tonos más claros como blanco y crema para añadir luminosidad y equilibrio. No obstante, hoy en día también se suelen añadir toques de color puntuales.

Texturas

Como hemos dicho, el estilo rústico disfruta con las imperfecciones, que pueden venir en forma de irregularidades. Por ejemplo, madera envejecida de grano visible, piedras con formas diferentes o textiles en materiales gruesos como la lana. Todos ellos aportan peso visual.

Muebles robustos

El peso de las estancias en este estilo decorativo se muestra a través del mobiliario, que se caracteriza por tener un aspecto robusto. Si bien no tienen por qué ser fabricados a mano, sí buscan dar esa apariencia en los acabados. La madera maciza o los estilos envejecidos o desgastados consiguen añadir carácter y autenticidad. Algunos ejemplos son mesas de comedor grandes, muebles de madera rústicos como armarios y sillones de mimbre.

Elementos decorativos

Los elementos decorativos en la decoración rústica son los que suelen agregar los toques de color. Lo habitual es que sean bastante sencillos, pero a la vez coquetos. También encontramos los mismos materiales. Objetos vintage y artesanales, cestas de mimbre, cerámicas hechas a mano y mucha vegetación.

Iluminación

La iluminación es un aspecto que suele pasar desapercibido. Sin embargo, puede transformar el ambiente y se utiliza también para diferenciar zonas en una misma estancia o darle protagonismo a elementos puntuales. En el estilo rústico, se apuesta siempre que sea posible por la luz natural, con ventanas amplias y cortinas ligeras. En su ausencia, las luces deben ser cálidas y las lámparas con líneas sencillas en los materiales mencionados.

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