
Cómo diseñar un portfolio UX que impacte y convenza
Un portfolio UX es una colección de los trabajos más destacados que se han llevado a cabo en la trayectoria profesional. Pero es también una herramienta estratégica que sirve para mostrar la capacidad de la persona para resolver problemas reales con soluciones centradas en el usuario.
Sin embargo, para que cumpla con su función, debe tener una presentación atractiva y bien estructurada.
En este artículo, te contamos cómo se realiza el diseño del portafolio de experiencia de usuario y qué herramientas se pueden utilizar para ello. Pero si quieres seguir mejorando como profesional y especializarte, inscríbete a nuestro Máster en Diseño Web Multidispositivo: UX/UI. Aprenderás a desarrollar proyectos profesionales con visión de negocio y estrategia web y adquirirás competencias como arquitectura de contenidos, diseño de wireframes e interfaz (UI), user experience (UX), accesibilidad y usabilidad.
¿Qué es y para qué sirve el portfolio UX?
Un portfolio UX se debe concebir como una muestra estructurada del pensamiento, las habilidades y la metodología de la persona que está detrás, con un enfoque centrado en la experiencia del usuario.
Se diferencia de la presentación visual de proyectos tradicionales en que su objetivo no es mostrar únicamente pantallas que resulten atractivas, sino evidenciar cómo se abordan los problemas de diseño, cómo se investiga y se toman decisiones y, sobre todo, el impacto que hay en la experiencia del usuario final.
Por tanto, podemos decir que el portfolio sirve a diferentes finalidades, que son actuar como una carta de presentación ante posibles empleadores, para acceder a proyectos freelance, ser un apoyo en entrevistas o también para conseguir mentorías. Pero más allá de su contenido, en el diseño UX/UI, lo que realmente importa es cómo se presentan los procesos y resultados. Es decir, demostrar la forma de pensar y no solo lo que es capaz de hacer.
¿Qué estructura debe tener?
La estética tendrá que adaptarse al estilo y al tipo de proyectos que el diseñador UX haya realizado previamente. Pero sean cuales sean, la estructura del portfolio debe ser clara, seguir una lógica y tener capacidad de persuasión.
Introducción personal
La introducción debe contener un resumen breve y claro de quién se es como profesional. Por ende, no se trata de listar las herramientas con las que se trabaja o los años de experiencia. Sino destacar el enfoque hacia la experiencia de usuario, la manera de trabajar con equipos o la filosofía al crear diseños.
Casos de estudio UX
El portfolio UX debe contener lo que se llama casos de estudio UX, que son las fichas de los proyectos. Cada uno se debe documentar con una historia completa, y no solo con una galería de las pantallas finales. Lo que importa es reflejar el proceso de trabajo. Esto es, la investigación inicial, definición del problema, ideación, prototipado, pruebas y resultados.
Puesto que estos casos pueden ser determinantes para conseguir clientes, deben mostrar una narrativa con datos y decisiones justificadas. De este modo, aumentará la probabilidad de que resulte convincente.
Proyectos personales o experimentales
Si estás empezando tu carrera, puedes añadir tus propios proyectos o ejercicios de rediseño. Lo importante es que sigan el mismo nivel de análisis y estructura que un proyecto real.
Contacto y enlaces
Para cerrar, se añadirán formas de contacto. Junto a un teléfono y un correo, se pueden incluir perfiles profesionales de redes como LinkedIn, Behance o GitHub. Hay que asegurar que toda la presentación visual de los proyectos refleja el estilo personal y que no hay sobrecarga de elementos gráficos o animaciones.
Herramientas para crear el portfolio UX
El portfolio UX se puede presentar en múltiples formatos. Pero con independencia del que se elija, debe combinarse la claridad con la usabilidad y un diseño alineado con los principios UX/UI. Las herramientas digitales más utilizadas para crearlo son las siguientes:
Notion. Útil para portfolios sencillos, bien estructurados y de navegación clara. Se pueden enlazar proyectos y añadir contenido multimedia.
Adobe XD y Figma. Son herramientas de diseño de interfaces, pero se usan también para maquetar el portfolio como un sitio web interactivo o prototipo navegable.
Webflow. Combina diseño visual con desarrollo sin código, y se puede usar para crear un sitio totalmente personalizado con buenas prácticas de usabilidad y SEO.
Behance. Plataforma creativa que muestra la presentación visual de proyectos y da visibilidad en el sector.
WordPress. Se puede configurar como solución versátil y con alta personalización.
Pasos para diseñar un portfolio UX
Ya sabemos lo que necesita incluir un portfolio UX y con qué herramientas crearlo. Pero de cara a facilitar la parte práctica, vamos a ver cuáles son los pasos a seguir.
Definir el objetivo del portfolio
Antes de diseñar, identifica a quién va dirigido, como agencias de diseño, clientes finales, startups, etc. En función de la respuesta, se seleccionarán unos proyectos concretos, un estilo visual y un tono de redacción adaptado a quien lo lee.
Seleccionar los proyectos adecuados
Se recomienda elegir entre 2 y 5 casos de estudio UX bien documentados. Aquellos inconclusos o en los que no se participó activamente se deben dejar fuera. Hay que añadir contexto, los aportes específicos que se hicieron y resultados medibles. Si un proyecto mejoró la tasa de conversión o resolvió un problema concreto, hay que demostrarlo con datos.
Enfoque narrativo para documentar cada proyecto
Cada caso debe contarse como una historia, con principio, desarrollo y desenlace. Se añadirán los retos, investigaciones realizadas, hipótesis, decisiones tomadas y resultados finales. Para agilizar la lectura y facilitar la comprensión, se pueden añadir imágenes de trabajo, diagramas, feedback de usuarios o métricas.
Diseñar una experiencia de navegación clara
El portfolio UX es también una experiencia de usuario. Por ello, hay que aplicar jerarquías claras, etiquetas comprensibles y un flujo que invite a seguir leyendo. Aquí entran los principios de usabilidad. La presentación visual también debe facilitar la comprensión y no distraer con elementos innecesarios. Las tipografías serán legibles y la paleta acorde con el estilo.
Adaptar el portfolio al formato adecuado
Las opciones son múltiples; web interactiva, PDF navegable o una versión alojada en plataformas como Behance. Cada formato tiene sus ventajas, pero lo que importa es que sea accesible, fácil de compartir y adaptado a distintos dispositivos.
Validar y mejorar continuamente
El portfolio UX nunca se termina, ya que debe ir adaptándose conforme se trabaja en nuevos proyectos. Además, es conveniente pedir feedback, observar cómo se interactúa con él y analizar métricas si se usa una web.
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El diseño de un portfolio UX se debe concebir como una herramienta estratégica que comunica la identidad profesional, la metodología de trabajo y la capacidad para generar valor. Por tanto, es un ejercicio de diseño UX en sí mismo. Y si quieres seguir mejorando en tu trayectoria y añadir nuevas habilidades y proyectos a tu portfolio, inscríbete en nuestro máster.